Al principio fue el conflicto

En el principio creó Dios, nos dice el Génesis. De un vacío informe, los vientos del Creador dieron forma a la tierra. Dios separó la luz de las tinieblas, marcando el inicio del tiempo y de la historia. Dios separó la tierra del agua. La bóveda celeste separaba las aguas superiores de las inferiores. Surgieron plantas, animales, aves y peces de todo tipo. Entonces surgió el milagro de la presencia humana: fuimos creados a imagen de Dios.

Se han escrito volúmenes sobre este maravilloso acto de Dios. No me propongo realizar una exégesis erudita de Génesis 1. Sin embargo, siempre me sorprende la centralidad de este acontecimiento en relación con la forma en que entendemos quiénes somos, cómo vivimos e interactuamos, y la intención original de Dios al crear la historia humana. También creo que esta historia de la creación tiene mucho que ver con el desarrollo de una teología del conflicto. Permítanme hacer varias observaciones sobre esta teología incrustada en Génesis 1…