La pausa vocacional

La consolidación de la paz, sobre todo en contextos de conflictos muy arraigados, nunca es fácil: agitada, exigente, a veces abrumadora, y una empresa de la que no siempre podemos ver resultados concretos. A veces, cuando describo a otras personas la naturaleza de este trabajo, las dificultades a las que se enfrenta, los riesgos que exige y los escasos indicios de éxito, por no decir ninguno, en más de una ocasión me he encontrado con una mirada perdida. Y la pregunta inevitable: «¿Por qué haces este trabajo?» En medio de la conversación, hago una pausa, incluso me callo un momento. Para no parecer fuera de sí, la recuperación puede venir acompañada de una rápida explicación, una ligera exageración de un acontecimiento reciente que salió bien o una rápida apelación a una motivación idealista. Pero por dentro, la pregunta me ha parado en seco.

He llegado a referirme a este momento como la pausa vocacional…